En defensa de la escuela pública
Juan M. Granados Rodríguez
Portavoz del Grupo Municipal Socialista del Ayuntamiento de Coslada
Portavoz del Grupo Municipal Socialista del Ayuntamiento de Coslada
En defensa de la Escuela Pública y de la Ley de Educación: para que no se retire y se discuta.
Mala estrategia la crispación y más aún en materias como la educación. Una ley puede ser buena o mala servir o no servir para el fin que se promueve, pero lo que nunca tiene que ser es un elemento de crispación y falsedad (en el que se ha instalado el PP) y sí de debate, por ello la LOE se tiene que debatir y enmendar, rebajando al nivel de tensión y encontrando puntos de consenso, para que al final quien salga reforzado sea el Sistema Educativo y por consiguiente los niños/as y jóvenes de nuestro país. Introducir eslóganes falsos, es sólo un mecanismo de confrontación y eso lo saben los ciudadanos, pongámonos por tanto a debatir, y desde este artículo vaya por delante la siguiente reflexión.
La Escuela Pública o sostenida con fondos públicos debe igualar a todos los ciudadanos, por ello, tanto en los centros concertados como en los públicos debe prevalecer los mismos criterios, por ejemplo en el tema de la admisión y en el de la religión, y si no que esos colegios concertados renuncien a estar sostenidos con fondos públicos y se transformen en privados; de cualquier forma la religión debe de ser de elección de los alumnos y no computarse en el currículum.
Uno de los elementos que debe introducir esta nueva ley tiene que ver con la disciplina en los centros, que sea más rigurosa, así como apostar con recursos económicos nuevos métodos que palien el fracaso escolar y potenciar la calidad de enseñanza.
La Escuela Pública o sostenida con fondos públicos debe igualar a todos los ciudadanos, por ello, tanto en los centros concertados como en los públicos debe prevalecer los mismos criterios, por ejemplo en el tema de la admisión y en el de la religión, y si no que esos colegios concertados renuncien a estar sostenidos con fondos públicos y se transformen en privados; de cualquier forma la religión debe de ser de elección de los alumnos y no computarse en el currículum.
Uno de los elementos que debe introducir esta nueva ley tiene que ver con la disciplina en los centros, que sea más rigurosa, así como apostar con recursos económicos nuevos métodos que palien el fracaso escolar y potenciar la calidad de enseñanza.
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