Del progresismo activo

Cuando se cumplen dos años del gobierno socialista y, si la alegría de la llegada del PSOE al poder estuvo amortiguada por los brutales atentados del 11-M, no dando plena oportunidad a una celebración en toda regla, tampoco es menos cierto que a lo largo de la andadura transcurrida comienza a percibirse en algunos ciudadanos un hartazgo y una desafección política digna de tener en cuenta. Si a ello le sumamos que nos ha tocado en suerte una oposición sin un ápice de sensatez que no distingue entre los asuntos de Estado y los intereses meramente partidistas, junto con el ronroneo interesado de algunos grupos mediáticos, podemos llegar a la conclusión de que hay todo un brindis de ilusión pendiente de acometer.

La tarea pedagógica, pues, ha de consistir en hacer más agradable la realidad sin las cortinas de humo que la dificultan. Comenzando por una creatividad activa que acometan con rigor, desde los dirigentes políticos, pasando por las bases militantes y el entramado asociativo, hasta llegar al propio ciudadano, estamos llamados a explicar toda una gestión que a diario se ve seriamente amenazada por los que reclaman el poder desde la anacrónica trinchera de un indisimulado resentimiento. Es preciso, por tanto, mientras se va recorriendo la otra mitad de la legislatura; no sólo quedarse en las lícitas conferencias o debates -por poner un ejemplo- de un buen plantel de expertos en los lugares más emblemáticos de muchas capitales, sino acercar esas múltiples actividades a los barrios; a lo municipios más humildes donde, con frecuencia, la opinión de muchas personas no proviene y se forma de una seria reflexión, sino más bien de contínuas consignas publicadas, las cuales están llamadas a adulterar, previamente, posteriores decisiones. Ahí, por tanto, es donde la labor didáctica juega hoy un papel fundamental.
Gracias a los avances de la técnica tenemos hoy en nuestras manos unas herramientas que pueden servir perfectamente para dar un cauce propicio a la iniciativa y a la creatividad. Prueba de ello son los Blogs con los que cada uno de nosotros trabaja casi a diario y donde se pone de manifiesto una mayor calidad en la comunicación, puesto que emisor y receptor se retroalimentan con sus múltiples mensajes. Por tanto, desde este ámbito eminentemente democrático, donde las jerarquías y el funcionamiento piramidal se suprime, bueno sería trazar contínuos y nuevos proyectos de trabajo, así como reuniones e intercambio de opiniones para formar una red progresista que trabaje codo a codo en los retos ilusionantes que nos trae a diario el siglo XXI. Un progresismo activo, constante, desde la ética y los valores humanos que siempre han caracterizado a la izquierda. Es la hora de la participación global para que el grito de: "¡no nos falles!" pueda ser una implicación conjunta que acometamos todos.