Otra vuelta de tuerca

Otra vuelta de tuerca no se refiere, en esta ocasión, a la novela de Henry James, sino al comportamiento ilustrado de un inmejorable estadista como es el Sñr. Rajoy. Rajoy, que es un ganador nato cuando se celebran elecciones y, por ende, un incomparable tesoro para su partido, consigue ir a más en cuanto a crispación se refiere y nos deja la perla: "bobo solemne" para referirse a Zapatero; me imagino que para responder a la frase: "patriotas de hojalata" que dijo éste último el pasado día 18 en un acto celebrado en Torrejón de Ardoz.
"Patriotas de hojalata" se refiere en este caso a patriotas de pacotilla, de poca monta, de postín... o de cuantos calificativos más podamos añadir, viniendo a significar que la bandera de la patria no se la pueden apropiar los que, paradógicamente, y en algunos casos, en su día no votaron ni la Constitución, para lo cual se pueden consultar en las hemerotecas perlas muy significativas al respecto. "Patriotas de hojalata", por tanto, es un calificativo generalizado, no personal, que viene a nombrar a todos aquellos que sacan pecho descomunal, pero con prisas, imitando la tipología del vago, olvidando que también ha habido -y hay- hombres y mujeres, no precisamente afiliados al PP, que también luchan por las libertades y el avanze de nuestro país, con lo cual la Patria no puede ser un monopolizado cortijo propiedad de la derechona, aunque años anteriores avalen lo contrario.

Pero lo de "bobo solemne" si que es un insulto importante; uno más, que en este caso va dirigido a la persona de José Luis Rodríguez Zapatero, actual Presidente del Gobierno de España, proveniente de un señor en negativo; esto es, del Sñr Rajoy. Señor en negativo porque dice No a la mejora de la Educación, No a la Alianza de Civilizaciones, No a la unidad en la lucha contra el terrorismo... No a todo; con la única excepción de No a la Guerra. Y así va a ser, me imagino, hasta las próximas elecciones, instalado como está en el piñón fijo del inmovilismo, hasta que las urnas le den su último y definitivo NO; éste, si, con la mayor solemnidad democrática.