Palabras de Pepe Blanco en el homenaje a Pablo Iglesias
Compañeras y compañeros:
Pablo Iglesias falleció hace hoy 81 años, en el edificio en el que estaba su último hogar y en el que hoy se encuentra la sede del Partido Socialista.
El día que lo trajeron a este lugar, más de ciento cincuenta mil madrileños le acompañaron hasta aquí, en una de las manifestaciones más multitudinarias que se recuerdan.
Desde entonces, España ha vivido casi todas las circunstancias históricas imaginables: la paz y la guerra, la revolución y la reacción, la monarquía y la república, la dictadura y la democracia, el atraso y el progreso, la miseria y la prosperidad. Los socialistas hemos conocido la libertad y la clandestinidad, el exilio y el regreso. Hemos estado en la oposición y en el gobierno.
Pero siempre hemos estado presentes en la vida española, defendiendo lo mismo que defendió Pablo Iglesias: la libertad, la justicia y los derechos de los trabajadores. Y cualesquiera que hayan sido las circunstancias, no hemos dejado de venir aquí cada 9 de diciembre, en un acto que a veces ha sido multitudinario y a veces íntimo, que durante años ha sido un acto de resistencia a la tiranía y después de reencuentro con la libertad, pero que nunca ha sido para nosotros un acto fúnebre.
Ahora que los socialistas gobernamos en España porque así lo ha querido la mayoría; ahora que la derecha española, como siempre que pierde el poder, vuelve a mostrar ese rostro inconfundible, el rostro del odio y del rencor, que la hace difícilmente homologable, podemos decir que nosotros venimos aquí cada año, a reivindicar nuestros orígenes y afirmar nuestras raíces, porque nos lo podemos permitir. Porque la memoria histórica juega a nuestro favor, de la misma forma que el futuro juega también a favor de nuestras ideas.
Venimos porque estamos orgullosos de nuestra historia, la del Partido socialista y la de la Unión General de Trabajadores. Estamos orgullosos de nuestro fundador, Pablo Iglesias. Y estamos orgullosos también del lugar en el que está enterrado:
Yo os invito a que, terminado este acto, os deis un paseo por este recinto del cementerio civil. Sé que muchos lo hacéis. Aquí encontraréis a otros líderes socialistas, como Julián Besteiro, Jaime Vera o Francisco Largo Caballero; a otros políticos progresistas que forman parte de la historia de España, como Nicolás Salmerón o Dolores Ibárruri; a pensadores eminentes como Francisco Giner de Los Ríos, Américo Castro, Javier Zubiri o Gumersindo de Azcárate; a grandes escritores como Pío Baroja o Blas de Otero.
Y junto a ellos, muchos otros españoles que han compartido el muy honorable título de librepensadores. Españoles y españolas cuyas ideas -como decía Pablo Iglesias en el último artículo que publicó en El Socialista un día antes de su muerte- han estado dictadas por la razón e inspiradas por la justicia.
Por eso, si algún lugar puede considerarse representativo de lo que podríamos llamar la España de las luces, es éste. Y por eso estamos satisfechos de venir aquí cada 9 de diciembre, como han hecho tantos socialistas y ugetistas en los últimos 81 años y como seguiremos haciendo siempre.
Pero me vais a permitir que en este acto haga algún comentario de actualidad política. Hemos observado estos días como el PP ha salido en tromba contra el Gobierno, utilizando la política antiterrorista.
Para el PP cuanto mejor va la lucha contra la violencia, contra el terrorismo, más enfadados están. Cada vez que ETA habla o actúa, Rajoy sólo piensa como utilizarlo contra el Gobierno; a eso yo lo llamo traición.
Si un Gobierno del PP, hubiera detenido a 200 terroristas, hubiera detenido a la cúpula de ETA, y llevara dos años sin atentados mortales, tendría munición propagandística, y sacaría pecho toda le legislatura.
Pero este gobierno no hace campaña de los éxitos de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, que aprovecho para felicitar en este momento.
Señor Rajoy, el único regalo que se le ha hecho a los terroristas son doscientos detenidos y con ellos, la cúpula de la banda terrorista. Su actuación, señor Rajoy, es irresponsable, propia de quien usa el terrorismo siempre con fines partidarios.
Pero también hoy el PSOE comienza una serie de actos explicativos del balance de la acción del Gobierno de este año. Un balance que se puede resumir en una idea: más derechos para los ciudadanos y menos para los poderosos.
Un gobierno que está cumpliendo su programa de reformas. Y frente a ello el PP sólo ofrece tensión y crispación.
Yo quiero deciros aquí, delante de la tumba de Pablo Iglesias, que nada ni nadie va a parar el proceso de reformas que prometió J.L. Rodríguez Zapatero en la pasada campaña electoral. Nadie las va a parar.
Muchas gracias
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