Una sentencia para la polémica

Hoy recibo en el correo una nueva colaboración de mi querido amigo Juan Carlos Herranz, abogado de profesión, y compañero de tertulias en los años 92-93, cuando nos dió por crear una Asociación Literaria para escribir y hablar de lo divino y de lo humano. Aquella Asociación, desgraciadamente, desapareció unos años más tarde, pero quedó en el recuerdo la visita que nos hizo Fernando Savater; o el recital de poesía de Pureza Canelo; o la inauguración de nuestra aventura con un recital de Rafael Amor.
A raíz de todo esto le he vuelto a publicar a Juan Carlos, en El Bosque de las Letras, su apreciado artículo titulado: "Una sentencia para la polémica", cuyo telón de fondo es lo que se ha dado en llamar el Caso Bono. He vuelto a recordar mi labor autodidacta de otros años, abandonada hoy por falta de tiempo, donde inicié una web sin medios materiales ni humanos, por el simple hecho de celebrar la existencia en torno a las palabras. Aun así, tuve algunas anécdotas variopintas, entre ellas, la de algunas personas que me enviaban sus currículums creyendo que aquello era poco menos que una editorial y yo iba a contratarlos y remunerar sus trabajos.
Vamos que me he propiciado una leve e íntima sonrisa en medio del cabreo monumental que la derechona de éste país nuestro siempre me provoca. Al menos un respiro, por pequeño que éste sea...