Los FRANCOtiradores

"El problema del establecimiento del Estado tiene solución,incluso
para un pueblo de demonios, con tal de que tengan entendimiento"
E, Kant (La paz perpetua)

Cada día, desde las trincheras mediáticas, o desde algunos escaños del Congreso, un grupo de francotiradores rencorosos disparan su munición de turno para ver si consiguen hacer diana sobre el Partido Socialista y el Presidente del Gobierno. En medio de esa polvareda intolerable para unos ciudadanos que no dan crédito a lo que acontece, aparece cada pocos meses otro refuerzo de manifestación politizada por si la refriega amenazase con extinguirse y, de esta guisa, conseguir alargar el espectáculo. Así las cosas, con la hipócrita pretensión de estar con las víctimas del terrorismo, algunos hambrientos de protagonismo y titulares rebasan la importante labor del asociacionismo y pretenden; aunque para eso sería preciso omitir tozudamente el programa político que los españoles votaron en las urnas, implantar otra agenda a Zapatero. Y subiendo el listón patriótico de la guerrilla, el ilustre Acebes se ha despachado con unas palabras que, ante la imposibilidad de insuflarle sagacidad a su oratoria, caen en el terreno de lo zafio y rechazable.
No vale apelar, por tanto, a que su dignidad le alumbre una rectificación sensata, puesto que las directrices impuestas no están para éticas de tres al cuarto y blandas moralidades. Sí cabe esperar, afortunadamente, el juicio inteligente de los ciudadanos que no están dispuestos a consentir estos extremismos insolentes que producen fuera de nuestro país, verguenza ajena, y sí a una ética cívica puesta a disposición de un mejor futuro para las siguientes generaciones.